Media manzana 
duerme sobre mi almohada: 
esconde en sus semillas 
los hijos que no tendré. 

Yo, desde mi silla, la miro y me burlo 
de la triste esterilidad 
de un fruto 
troceado.
Somos cuchillo y tenedor bailando entre carne y dientes,
pero preferiría comer con palillos chinos.

Danzarines de sartén,
quiero ser arroz frito.

Esto es
una forma sutil
de decir
que ya
no quiero
sexo
contigo.
Me gustas sobre mi cama.
Tu desnuda horizontalidad
es un verso semi-dormido.

¿Has oído alguna vez un verso respirar?
Recuerdo su absoluta inmovilidad.
Nunca supe si era una fotografía en blanco y negro
o una personalidad real y cenicienta.